Miembros de las Comisiones Consultivas del Centro de Mediación Empresarial de Madrid (“CMEM”)
Hoy hemos tenido la suerte de estar con Javier Fernández-Samaniego, Presidente de la Comisión Consultiva de Mediación Empresarial, y muy amablemente nos ha respondido a unas preguntas sobre la Mediación y el Centro de Mediación Empresarial de Madrid, que os trasladamos:
- ¿Desde hace cuánto tiempo eres mediador?
Me acredité como mediador en Londres con CEDR hace diez años, en el año 2011, un año antes de que se aprobase en España la Ley 5/2012 de mediación en asuntos civiles y mercantiles.
Me registré en el registro de mediadores del Ministerio de Justicia en España tras completar mi formación para adaptarla a los requisitos de la ley española en el programa que realizó en su día el ISDE con, precisamente, la Cámara de Comercio de Madrid. Continúe mi formación internacional en el PON (Programme on Negotiation) del Harvard Negotiation Institute en Cambridge (Massachusets).
Mi actividad como mediador se ha ido incrementando en los últimos años y en febrero de 2020 España me honró designándome conciliador par el CIADI del Banco Mundial para el período 2020-2026.
En mi caso, compagino mi actividad de mediador con el ejercicio profesional de la abogacía y mi actividad como árbitro internacional.
- ¿A qué Comisión Consultiva de mediación del CMEM perteneces?
A la Comisión Consultiva de Mediación Empresarial que, desde unas semanas tengo además el honor de presidir.
- ¿Por qué te decidiste por esa Comisión Consultiva?
Tras 25 años ejerciendo la abogacía de negocios en un despacho nacional y dos despachos internacionales lidiando – como abogado, árbitro y mediador – con todo tipo de conflictos corporativos complejos, la Comisión Consultiva de Mediación Empresarial me pareció que era mi lugar natural.
- ¿Cómo conociste el CMEM?
Debido a mi relación con la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid he estado involucrado en CMEM desde su gestación en 2014 y tuve el honor de participar, por invitación del primer presidente del CMEM (D. Antonio Sánchez-Pedreño) en el acto de presentación del CMEM que tuvo lugar en febrero de 2015 en la Fundación Rafael del Pino.
- ¿Qué crees que aporta el CMEM hoy en día a las empresas? ¿y a las empresas familiares?
El Centro es una institución de mediación moderna y con un equipo muy profesional tanto en la designación del mediador más idóneo como en la asistencia en la administración de los procedimientos.
Cuenta con el aval de la Cámara Oficial de Comercio Industria y Servicios de Madrid – corporación de derecho público con más de 130 años de historia al lado de la empresas – y forma parte, en lo que su actividad internacional se refiere, del proyecto CIAM (Centro Internacional de Arbitraje de Madrid), resultado de la fusión de la actividad internacional de la Corte de Arbitraje de Madrid, la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje (CIMA) y la Corte Española de Arbitraje de la Cámara de Comercio de España – a las que se sumó el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid como socio estratégico. Ese proyecto y las instituciones y personas que lo forman es garantía de excelencia, ética y profesionalidad para la empresa.
La cercanía y flexibilidad en los planteamientos económicos (derechos y honorarios) y procedimentales (sesiones híbridas presenciales y virtuales) junto con la designación de mediadores muy adaptados en lo personal y profesional a las circunstancias y especialidad requeridas en cada caso y la discreción y confidencialidad es particularmente apreciada por la empresa familiar española. Esto es algo que he tenido ocasión de comprobar en primera persona como mediador de un complejo conflicto de una empresa familiar -ubicada fuera de Madrid- que administró CMEM en el “primer año de pandemia”.
- ¿Cuáles crees que son los retos a los que la mediación se enfrenta hoy en día?
El gran reto sigue siendo su infrautilización, aunque observo que cada vez más abogados de negocios se forman en mediación y confían en esta herramienta. Existen multitud de mediadores formados, pero no todos ellos tienen el perfil profesional necesario para mediar determinados tipos de conflictos y un perfil profesional no se construye con atajos ni cursos online exprés. Se ha producido también una proliferación de instituciones de mediación, aunque la generosidad de las instituciones líderes del Proyecto CIAM en unir fuerzas demuestra que, como ocurrió con el arbitraje, la “chiringuitización” -si se me permite la expresión- no va a ninguna parte y serán las instituciones serias y profesionalizadas las que pervivan en sana competencia, cooperación y cada una con sus diferenciadores.
- ¿Cómo consideras que la mediación puede ayudar a las empresas y empresarios?
La mal llamada “mediación concursal” (por cuanto el procedimiento regulado no es técnicamente de mediación ya las partes no llegan por sí mismas a “su solución”) debe ser replanteada completamente y mientras no se produzca una reforma legislativa será complicado que funcione tal y como está concebida hoy en día.
Pero por acabar con una nota positiva, la mediación es una herramienta fundamental -aunque no la única- en la resolución eficiente de conflictos empresariales. No sólo ahorra tiempos y costes, sino que ayuda al mantenimiento de las relaciones y a que los conflictos se aborden de una forma que me atrevo a calificar de más adulta y responsable que “delegándolos” o “quitándoselos de encima” para que sean resueltos por un “tercero” (juez o árbitro). Y es que, tanto el árbitro como el juez, siempre se verán circunscrito y obligados a atenerse a los suplicos planteados por las partes y no podrá plantear alternativas que resuelvan las causas de la disputa y los intereses subyacentes del conflicto.
Muchas gracias, Javier Fernández-Samaniego, por darnos tu punto de vista, sobre la mediación.